Algunos atribuyen su fundación al rey Salomón, y uno afirma resueltamente que la sabiduría masónica es el último residuo del divino conocimiento poseído por Adán antes de la caída.» Con esta impresionante dedicatoria se inicia una de las mejores obras introductorias al misterioso mundo de la masonería. Su autor, Charles Webster Leadbeater, célebre teósofo, y maestro masón grado 33º, es una de las figuras más destacadas en la historia del ocultismo y la masonería. Leadbeater escribió esta obra remontándose a los mismos orígenes de la doctrina, como manual de iniciación destinado a los miembros de primer grado de la comunidad masónica, los «aprendices» de lo oculto, desvelándoles enseñanzas esotéricas protegidas tradicionalmente por el velo del símbolo.
En palabras de Annie Besant: «Quedan iluminados los lugares antes oscuros; se esclarecen con cristalina diafanidad las enigmáticas alusiones; se desmoronan los muros que parecían compactos; la confianza sustituye a la duda; por entre los desgarrones de las nubes se vislumbra la meta; y las neblinas levantadas de la tierra se desvanecen a los primeros rayos del naciente Sol.»