¿El idioma invisibiliza a la mujer? ¿Es compatible la lucha feminista con el respeto al sistema de la lengua? ¿Tiene sentido que el masculino genérico se presente como símbolo de la dominación del varón? ¿Es eficaz actuar sobre el lenguaje para combatir el machismo?
Este libro ha sido concebido con espíritu conciliador y divulgativo para acercar posiciones distantes, sin que ello suponga dar por buenos ciertos tópicos que se han ido imponiendo a fuerza de repetirse. Ante un debate tremendamente apasionado, Álex Grijelmo muestra los aciertos pero también las contradicciones y los excesos, y tiene la sensibilidad, la independencia y la solidez necesarias para aportar claridad y sentido común.
Algunos de los problemas que denuncia el feminismo sí se hallan en fenómenos de lengua, pero los más criticables (los refranes, los dichos o la perspectiva androcentrista que, a menudo sin darnos cuenta, aplicamos al hablar) no son necesariamente los que más se combaten.
Frente al ruido relacionado con el lenguaje inclusivo, Grijelmo presenta un recorrido descomplicado, revelador, ameno y repleto de ejemplos; y ofrece una serie de propuestas que no pretenden decir la última palabra sino ofrecer un documento de trabajo para quienes quieran contribuir al debate con nuevas argumentaciones.