Tras el fracaso de 1933 en el caso Bonapelch en Montevideo, el detective ítalo-uruguayo Guido Santini regresa a New York y abandona la profesión. Nueve años después, Ridley O’Mara, el director de la agencia de investigaciones en la que trabajó, le ofrece otra oportunidad. Es enero de 1942 y Estados Unidos ha entrado en la II Guerra Mundial luego del ataque japonés a Pearl Harbor.
O’Mara es amigo de Nelson Rockefeller, millonario y titular de la Oficina de Asuntos Interamericanos del gobierno de Franklin Delano Roosevelt. Rockefeller quiere enviar a Brasil a Orson Welles, el nuevo talento del cine norteamericano, para filmar un documental que apoye la política de acercamiento con las naciones del sur promovida por el gobierno.
Será Guido Santini el que cumpla el encargo de Rockefeller de vigilar y proteger con discreción a Orson Welles en Río de Janeiro, mientras este filma el Carnaval. No confía en el cineasta porque es demasiado liberal.
Con una brillante sucesión de situaciones que mezcla la realidad histórica y la ficción, Hugo Burel despliega con maestría su enorme talento narrativo para construir una trama policial y de espionaje adictiva que mantiene al lector en vilo, proponiendo una novedosa teoría sobre la declinación de la carrera de Orson Welles, al tiempo que una aguda lectura política sobre un momento histórico clave en el marco de la II Guerra Mundial.