Con un relato fragmentario que se despliega mediante formas breves, este es un canto a la transmisión cultural que, con humor y espíritu lúdico, apela tanto al compromiso intelectual y existencial del ensayo como a la libertad artística del gesto poético.
En busca del célebre aeda, Homerar invita a conjugar autores y personajes en el presente continuo de la memoria común. Sócrates, Alejandro, Cleopatra, Hipatia de Alejandría, Isidoro Ducasse, Sigmund Freud, Lou Andreas-Salomé, James Joyce y Jorge Luis Borges son apenas algunas de las figuras que se dibujan en el camino.
Más allá de géneros literarios, cada cual puede inventar su forma de lectura. En la estela de Homero, todos los fragmentos conducen a nosotros.