Desde su asiento en un avión de seis plazas, Fred observa cómo los misterios de la selva amazónica pasan bajo sus pies. Siempre ha soñado en convertirse en un explorador, hacer historia y leer su nombre como uno de los grandes descubridores de su tiempo, así que piensa que ojalá pudiera aterrizar y pisar tierra, aunque fuera sólo un minuto.
Cuando, a causa de un accidente, el avión se estrella, Fred podrá por fin caminar por la selva, pero no en las condiciones que había imaginado. Lila, Max y Contia, otros tres niños supervivientes, no tienen ninguna esperanza de ser rescatados de ese lugar inmenso e indómito donde las opciones de volver a casa se reducen a las mínimas posibilidades.