En el medio del campo, el grupo de animales que acompaña a Chucho, el perro gigante, construyó su refugio y le llamó Petricor. Todo parece perfecto en este oasis, hasta que un zorro bastante desorientado aparece por allí. Detrás de él llegan tres pecaríes y, con ellos, un personaje que se hace llamar don Garzón El Antiperro. Él esconde un plan que podría cambiar la vida de perros y chanchos en todo el mundo.
Al mismo tiempo, en la ciudad, una perra elegante y con cicatrices se escapa de los humanos que la tenían en un laboratorio. No conoce el mundo exterior, pero se propone ir hasta donde sea necesario para encontrar a su hijo, Chucho. Su nombre es Biafra y no imagina la odisea que está por emprender.