Mitos y realidades de una de las familias más fascinantes de todos los tiempos
La familia Borgia es célebre gracias a las vidas casi legendarias de un poderoso trío: el papa Alejandro VI y sus hijos César y Lucrecia: un asesino, un libertino y una envenenadora.
Pero ¿quiénes fueron realmente? ¿Cuál fue el contexto que facilitó su brillante ascenso social y su llegada a la cima de una Iglesia al borde del colapso? ¿Por qué tuvieron esa necesidad de abrirse paso a través de la violencia? De origen catalán, los “Borja” impusieron dos Papas al cristianismo en menos de tres generaciones: en 1455, Calixto III, el gran diplomático obsesionado por el peligro turco; en 1492, Alejandro VI, cuyos escándalos no lo apartaron de la misión de dotar a la Iglesia un territorio comparable al de los estados-nación contemporáneos. César, su hijo, implementó el plan de Alejandro de una manera tan única, que Maquiavelo lo convirtió en el modelo de El príncipe. Lucrecia, casada varias veces para satisfacer las ambiciones del clan, fue una de las más bellas mujeres de la época.
La saga de los Borgia se lee como la aventura trágica de una ambiciosa dinastía, con el trasfondo de una exquisita recreación de la trama religiosa, social y estética del Renacimiento.