Filosofar es abrirse al mundo cotidiano y a las inquietudes que nos surgen en torno a él.
Hoy, para casi todo es posible encontrar especialistas que puedan dar una explicación detallada sobre su materia. También se pueden encontrar varias respuestas en la web con relativa facilidad. Pero existe un asunto fundamental para el cual no hay expertos ni información detallada. Hay algo en lo que todo ser humano es siempre principiante en gran medida: su propia vida. Vivir requiere de la capacidad de pensar, como si estuviéramos en un constante punto de partida. El joven experimenta su propia juventud por primera vez y cuando va entendiendo de qué se trata, se hace adulto. Es principiante en esa nueva etapa. Algo similar le ocurre cuando madura y envejece. La vida se transita como un conjunto de inicios en un camino que no tiene marcha atrás.
Este libro reflexiona sobre la experiencia y la inquietud de vivir la cotidianidad entre acciones y rutinas minúsculas, muchas veces silenciosas, pero que ocupan la mayor parte de nuestro tiempo y a las que buscamos darles un sentido. Nosotros somos, en gran parte, esa cotidianidad.
La inquietud y el sentido propone una profunda filosofía de la vida cotidiana expresada en lenguaje claro, con ejemplos, historias, datos, razonamientos y analogías, haciendo referencia a hechos y obras del pasado y del presente, y empleando la tradición filosófica de forma documentada.