Leer a Freud supone una operación que no deja por fuera a quien realiza esa acción. Nadie puede leerlo con una objetividad tan extrema como para poder decir qué está bien o qué está mal en su obra. A menos que quiera dejar de llamarse psicoanalista. En este libro vamos a encontrar una lectura, que los autores llevaron adelante a partir de problemas específicos de la práctica del psicoanálisis. El modo en que conversan con los textos en busca de detalles, de lo que está entre líneas, de la relación implícita, es apasionante. Un psicoanalista es un lector de la letra, jamás un lector literal. Este es un libro freudiano, que no se contenta con citar a Freud. El narcisismo suele ser una noción que muchas veces se usa de manera peyorativa o que descalifica una posición, como si explicara algo per se o pudiera homologarse a egoísmo. Tal vez eso nombre un prejuicio. La propuesta de este libro es revisar el concepto para que sea comprendido en función del dispositivo clínico del psicoanálisis tal como efectivamente se lo practica, de los problemas que hoy plantean ciertas formas de sufrimiento. Marina Esborraz y Luciano Lutereau nos invitan a una lectura de lo propio de una clínica basada en la destitución del conflicto con la pérdida y el rechazo del inconsciente. Marina Troilo