En Historia escondida del Uruguay vol. II es el turno de abordar uno de los mitos intocables de cualquier historia nacional: el mito de los héroes. Pero este mito, en nuestro país, se agiganta de forma colosal, en relación directa con nuestra necesidad de gloria. Si existe una máquina creadora de héroes, esa es la historia nacional. Y si crea héroes, debe crear villanos. Y si existe el héroe, en todas sus acepciones, si existen el villano y sus tantas variantes, entonces también debería existir en los avatares de la historia aquel que es héroe, pero que no es héroe: el antihéroe.
Héroes, antihéroes y villanos serán nuestra santísima trinidad a la hora de analizar nuestra historia, su derrotero y, sobre todo, los pretendidos protagonistas de esos sucesos que han sido colocados, ex profeso, en un relato bien armado, un andamiaje moralmente aceptable y políticamente correcto que nos hace analizar la historia de la misma forma que un exquisito partido de fútbol o una pelea callejera.