Rebeca Linke se sumerge en el bosque en una aventura fascinante, onírica, mística, que no es otra que la búsqueda de su propia identidad. En este camino, el despertar feminista explota en la comunión con los nombres de mujer que adopta, y en su liberación remueve la calma aldeana y enfrenta también a quienes la encuentran —aunque más no sea en sus fantasías— a sus propias construcciones identitarias y comunitarias. Para seguirla en este viaje es necesario dejar toda lógica y toda convención de lado. Una novela salvaje, con una profundidad poética que la hace inmune al paso del tiempo.
«Rebeca Linke cumple 30 años, se mira al espejo, se desnuda, se corta la cabeza, sangra, se desangra en realidad, entonces se la vuelve a colocar y toma un tapado, va a la estación de tren y se hunde en el bosque. Allí pierde su nombre pero gana otro cuerpo: el del deseo.»
Gabriela Borrelli