Este libro aborda el fracaso de la humanidad en controlar los negocios criminales durante la modernidad occidental, especialmente en relación con la demanda de seguridad de la población que exige medidas estrictas contra los delitos. Se centra en el lavado de activos como un reto crucial para Uruguay en términos de seguridad pública y bienestar social. A través de un análisis de su presencia en el país, se expone cómo este fenómeno impacta negativamente en la convivencia social, la economía, las instituciones democráticas y el sistema de partidos. Los «vendedores de cuchillos» son identificados como actores clave, ya que ofrecen servicios que legitimizan las ganancias del crimen y facilitan la movilización de grandes sumas de dinero asociadas a diversas actividades ilícitas, desde guerras hasta trata de personas.
